martes, 8 de junio de 2010

DÉCIMA SEMANA DEL T. O.

MIÉRCOLES
SAN MATEO 5, 17-19

CON UN SOLO GOLPE DE CLIK:  http://www.elizagipuzkoa.org/

»No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirlos sino a darles su plenitud. En verdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, de la Ley no pasará ni la más pequeña letra o trazo hasta que todo se cumpla. Así, el que quebrante uno solo de estos mandamientos, incluso de los más pequeños, y enseñe a los hombres a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. Por el contrario, el que los cumpla y enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.

Siempre hablaste claro, Señor. También ahora. Nos dijiste que tu llegada al mundo no traía la misión de abolir la Ley ni los Profetas. Que habías venido a la tierra a dar plenitud a la Ley de los Antiguos, a las palabras de los Profetas.

Y tan verdad era lo que decías que pusiste por señal al cielo y a la tierra. Ellos serían testigos de que tus promesas iban a cumplirse hasta en el más mínimo detalle. Tú, Señor, eres la Verdad.

Dijiste también que quien quebrantase uno solo de esos mandamientos o enseñase a los demás a quebrantarlos, sería el más pequeño en el Reino de Dios. Y el que los cumpla y enseñe, será el más grande en el Cielo.

“Jesús enseña el verdadero valor de la Ley que Dios había dado al pueblo hebreo a través de Moisés, y la perfecciona aportando, con autoridad divina, su interpretación definitiva. Jesús añade a lo que “fue dicho” (por Dios), lo que Él ahora establece. No anula los preceptos de la Antigua Ley, sino que los interioriza, los lleva a la perfección de su contenido, proponiendo lo que estaba implícito en ellos, aunque los hombres no lo hubieran entendido en profundidad” .

Señor, pido tu ayuda para saber aceptar tu Ley (Nueva y Antigua); para saber cumplirla en lo pequeño y en lo grande.