CHARLAS EN LA ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS DE BARRUELO
Muy
cerca de la Parroquia de Santo Tomás, Apóstol, se encontraba la “Escuela de
Artes y Oficios de Barruelo”. Allí acudía gente joven para formarse
en distintos oficios y poder así conseguir mejores puestos, y gente mayor a
perfeccionar los conocimientos adquiridos.
Había turnos de día
y turnos de noche. Los turnos de día era de gente joven. Los turnos de noche de
gente mayor que después del trabajo acudía a formarse mejor en aspectos
técnicos.
Además de los
aspectos técnicos, se ofrecía también formación humana y religiosa, como
suplemento a la formación meramente técnica.
La formación
religiosa de la mañana la impartía Don Mnauel Palacios, Párroco de Barruelo.
Cada mañana acudía varias horas a explicar la asignatura de religión
establecida en el plan de estudios. La formación de la tarde-noche corría a
cargo de los coadjutores.
Me tocó dar unas
clases de formación sobre temas importantes de nuestra fe. Acudí, el primer
día, un tanto asustado, pensando que aquellos mineros me pondrían en apuros en
algún momento.
Pero no fue el
caso. Comencé presentando las cinco vías de la existencia de Dios según Santo Tomás de
Aquino. Primera
vía: El movimiento como actuación del móvil: Segunda vía: Experiencia de un orden
de causas eficientes: Tercera vía: La contingencia o limitación en el existir: Cuarta vía: Diversos grados de
perfección en las cosas: Quinta vía: El gobierno de las cosas:
Aquel día llegué
contento a cenar, había comenzado a hablar delante de un número de personas
necesitadas de formación cristiana y había salido airoso.
A la mañana
siguiente, Don Manuel me preguntó por la charla de la noche anterior. Le dije
que muy bien. Se sonrió y con voz suave y pausada, me dijo: Ya te dije que “no
es tan fiero el león como le pintan”.
Sentencia del viejo
párroco que se cumplió en los días sucesivos con total regularidad.