lunes, 30 de septiembre de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

YA SE PUEDE CERRAR LA PUERTA 
DE LA VERJA


Todo estaba terminado. Sólo faltaba ajustar el cierre de la puerta de la verja. Había sido un asunto tiempo atrás deseado: Poder  cerrar la puerta de la verja con llave. Con ello, se evitaría que mozalbetes entraran en el espacio cercado. Se evitaría también que tirasen objetos en su interior.

En su momento, al principio, esta puerta se podía cerrar con llave, pero hace ya bastante tiempo que no era posible. Pensábamos que con la intervención de Oscar  la cosa quedaría solventada. Pero no fue así.

La puerta había quedado un poco más alta y el pasador con entraba correctamente en la ranura. Había que abrir unos centímetros la ranura. Cuando Oscar llegó a cobrar su trabajo, aprovechamos para explicarle el problema.

Lo entendió a la primera. De inmediato, se volvió a casa y al poco rato estaba allí de nuevo. Traía una pequeña máquina eléctrica y con ella comenzó a limar, poco después el asunto estaba solventado.

Probamos una y otra y otra vez. Y efectivamente, introducida la llave, tras un ligero giro a la izquierda el pestillo se movía y la puerta quedaba cerrada.

Tras largos años de espera y de tesón el viejo deseo de Merche y Teo se había cumplido. De ahora en adelante, para entrar en la casa había que abrir tres puertas: la puerta de la verja, la puerta de la calle y la puerta del medio. Esto se llama seguridad.


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