DÍA 5 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Ayer volví a ver, lo que durante años, había contemplado muchas veces: a una persona, relativamente joven, que mientras caminaba, iba leyendo su periódico. Se nota que lo ha hecho muchas veces, porque con facilidad, salva obstáculos que encuentra a su paso, cruza con soltura entre los coches aparcados, sube casi sin mirar los bordillos de la aceras; en una palabra: una persona que camina y lee, que lee y camina, sin importarle nada.