DÍA 30 DE ABRIL DE 2012
UN NUEVO HIJO DE DIOS
Eran las ocho de la tarde. Al fin advertí que la pintada seguía en el mismo lugar. No había tenido antes tiempo para fijarme. Espero que mañana bajen a quitarla. La esperanza es lo último que se pierde.
Hoy he tenido otro bautizo. Esta vez un niño de tres meses. Se ha portado de maravilla. Sus padres también. Y lo padrinos, y los tíos. Había un montón de niños. Al final, pedí un aplauso para el nuevo hijo de Dios. Y le aplaudieron fuerte y le comieron a besos.
La prédica fue la misma que ayer, pero esta vez, dirigida a padres y padrinos. Creo me entendieron, espero sea eficaz.
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