sábado, 13 de noviembre de 2010


NO QUEDARÁ PIEDRA SOBRE PIEDRA

XXXIII DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 21, 5-19


CON UN SOLO GOLPE DE CLIK
http://www.youtube.com/watch?v=96pgrEqmYOU

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
--Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron:
--Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
Él contestó:
--Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "el momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.
Luego les dijo:
--Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Este domingo, la Palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre el final de la historia, sobre el final del mundo. No debemos vivir instalados en la vida presente; como si esta vida fuera la única, la definitiva.

Dios nos ha revelado que habrá un final, que llegará un día en el que no quedará nada de cuanto existe. “No quedará (…) ni rama ni raíz” decía Malaquías; “Esto que contempláis (decía Jesús, refiriéndose al templo de Jerusalén), llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra, todo será destruido”. Y mientras llega ese día, ¿qué hacer, cómo vivir, cómo comportarse?

Trabajar, hacer el bien. Así se lo aconsejaba San Pablo a los de Tesalónica: “A esos (que viven sin hacer nada) les digo y les recomiendo, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan”. Y Jesús nos advierte: “con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”.

Por lo tanto, vigilar, hacer el bien, trabajar. Esa debe ser nuestra tarea mientras peregrinamos por esta vida. Aunque esto, a veces, nos exigirá ir contra corriente, ir a contrapelo.

A los cristianos no nos debe importar ser diferentes a los demás. Diferentes, porque rezamos, porque acudimos los domingos a Misa, porque confesamos nuestros pecados, porque estamos abiertos a la vida, porque creemos en la dignidad de la persona humana y por tantas otras cosas. Tampoco nos debe llenar de orgullo, porque todo lo que somos y tenemos, lo hemos recibido de Dios a través de la Iglesia.

Hoy, recordamos con gratitud nuestra pertenencia a la Iglesia del Señor; la pertenencia a nuestra Iglesia diocesana que, presidida por el Obispo, peregrina en Navarra. Iglesia, comunidad de fe, esperanza y caridad.

Para sembrar la fe, la diócesis necesita de sacerdotes y agentes de pastoral; para vivir la caridad con los más necesitados, la diócesis ofrece a las parroquias cauces como Cáritas. Y de una fe así creída y vivida, nace la alegría de hacer un camino común iluminado con la esperanza de llegar un día al cielo.

Hoy es un día para rezar por nuestra diócesis y también para colaborar especialmente con el sustento de nuestra Iglesia Diocesana para que se pueda anunciar el Evangelio; para que se construyan y se mantengan los templos; para que puedan ser atendidas las nóminas de los sacerdotes y de otros agentes de la pastoral; para que se mantengan las obras de misericordia, de promoción y de fraternidad a favor de los que menos tienen. Así sea.