DÍA 25 DE JULIO DE 2012
LA PRUEBA MÁS DURA
Este mal del fariseísmo metido en el corazón de la Iglesia es sin duda el más grave de cuantos corrompen la fe.
Algunos de mis amigos se han apartado de la práctica religiosa, o incluso han renegado de la Iglesia ´institucional´, porque han descubierto en muchos católicos una inconsecuencia fatal entre la fe que aseguran profesar y las obras por las que, según reza el Evangelio, se deben distinguir los verdaderos discípulos de Jesús. Este mal del fariseísmo metido en el corazón de la Iglesia es sin duda el más grave de cuantos corrompen la fe, y el más difícil obstáculo para la evangelización: no en vano Jesús hizo de la lucha contra el fariseísmo un empeño personal constante (no hay pecado que reciba más condenas y execraciones en su predicación); y no en vano sus detractores más enconados, quienes finalmente lo llevaron a la Cruz, fueron los fariseos maquinadores, que no soportaban su denuncia implacable y acérrima: raza de víboras, sepulcros blanqueados, etcétera.