DÍA 5 DE OCTUBRE DE 2011
TRATÁDMELO, BIEN
Ayer, como estos quinces días últimos, terminada la Misa de diez, me acerqué al presbiterio, abrí el Sagrario, levanté la tapa de unos de los Copones, tomé el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, lo deposité en una pequeña cajita, que introduje con reverencia en una cartera grande, y me dirigí hasta mi casa, para dar la Sagrada Comunión a mi hermana Mercedes que desde hace unos días no puede salir a la calle.
TRATÁDMELO, BIEN
Ayer, como estos quinces días últimos, terminada la Misa de diez, me acerqué al presbiterio, abrí el Sagrario, levanté la tapa de unos de los Copones, tomé el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, lo deposité en una pequeña cajita, que introduje con reverencia en una cartera grande, y me dirigí hasta mi casa, para dar la Sagrada Comunión a mi hermana Mercedes que desde hace unos días no puede salir a la calle.