jueves, 21 de febrero de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS


ORACIÓN POR 
UNA NIÑA ENFERMA

Me habían entretenido: una llamada por teléfono, apuntar una suscripción a La Verdad. Total, que salí un poco más tarde de la Iglesia. Allí, en la calle me esperaba una “feligresa” que conversaba con una amiga, de sus cosas.

Apenas me acerqué para saludar a una y otra, apareció otra persona, que de sopetón me dijo: “No te vayas, que quiero decirte algo”. Yo me separé, un poco, para escuchar el mensaje.

Este era el mensaje: “Don Josemaría encomiende a una niña que le van a operar hoy de un tumor”. Le dije que ya estaba en antecedentes, que ya me habían pedido oraciones por ella, días antes. Y le dije también que en la Misa que acaba de finalizar, se había pedido por esta niña.

Seguimos hablando. Fui recibiendo algunos detalles más del caso. Nos despedimos. Poco después me adelantaba la feligresa que hablaba con su amiga y a la que había saludado poco antes. Y me dijo: “Mi amiga se ha quedado extrañada del saludo tan directo que le ha hecho esa señora que acaba de hablar con usted”.

Entendí la extrañeza. Seguimos hablando de la niña y pidiendo, en silencio, al Señor, por ella.