sábado, 28 de mayo de 2011

DESDE MI VENTANA


Desde mi ventana, como desde un sencillo observatorio, contemplo muchas cosas.


28 DE MAYO DE 2011

Hoy mis ojos se elevaron hacia arriba. Y me encontré con un cielo azul, limpio y uniforme. No es mucha la superficie de cielo que contemplo desde mi ventana, pero la suficiente para que broten de mi alma, palabras de agradecimiento y de esperanza.

Gracias a Dios, creador del cielo y de la tierra; gracias al Todopoderoso que nos regaló tanta belleza; gracias a la mano divina que pintó este cuadro "azul cielo", en este mundo que salió bueno de sus manos.

Mientras escribo estas líneas, sentado a este lado de mi ventana, he mirado varias veces a este cielo azul de mayo. Nada lo mancha, nada lo enturbia. Ni un pájaro que cruce el firmamento, ni una estela de avión viajero. Todo es azul, todo es limpio, todo es bello.

Una última reflexión: Más allá de este cielo, limpio y suave, pienso en un un espacio lleno de felicidad y alegría. Más allá de lo creado, espero al creador; más allá de lo hermoso, la bondad, más allá de la limpieza, la santidad. Más allá de la tierra, el cielo.





REFLEXIÓN



Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.


CAMINO

297 Todo eso, que te preocupa de momento, importa más o menos. —Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te salves.


751 El cielo: "ni ojo alguno vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman".

¿No te empujan a luchar esas revelaciones del apóstol?