sábado, 27 de abril de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

CERCANÍA DE DIOS


Del cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires (2 de septiembre de 2012)


Nuestro Dios es un Dios que se aproxima. Un Dios que se hace cercano. Un Dios que empezó a caminar con su pueblo y luego se hizo uno de su pueblo en Jesucristo para hacerse cercano. Pero no con una cercanía metafísica sino con esa cercanía que describe Lucas cuando va a curar a la hija de Jairo, que la gente lo apretujaba hasta sofocarlo mientras la pobre vieja de atrás le quería tocar el borde del manto. Con esa cercanía de la multitud que quería hacer callar en la entrada de Jericó al ciego que a los gritos pretendía hacerse oír. Con esa cercanía que dio ánimo a esos diez leprosos para pedirle que los limpiara. Jesús estaba metido en la cosa. Nadie se quería perder esa cercanía, incluso el petiso que se subía al sicómoro para  verlo. 

Nuestro Dios es un Dios cercano. Y es curioso: Él curaba, hacía el bien. San Pedro lo dice clarito: "Pasó haciendo el bien y sanando". Jesús no hizo proselitismo: acompañó. Y las 
conversiones que lograba eran precisamente por esa actitud suya de acompañar, enseñar, escuchar, hasta tal punto que su condición de no ser un proselitista lo lleva a decir: "si ustedes  también se quieren ir váyanse ahora, no pierdan tiempo. Vos tenés palabra de vida eterna, nos quedamos". El Dios cercano, cercano con nuestra carne. El Dios del encuentro que sale al encuentro de su pueblo. El Dios que -voy a usar una palabra linda de la diócesis de San Justo-: el Dios que pone a su pueblo en situación de encuentro. 

Y con esa cercanía, con ese caminar, crea esa cultura del encuentro que nos hace hermanos, nos hace hijos, y no socios de una ONG o prosélitos de una multinacional. Cercanía. Esa es la propuesta. 

Y TU, ¿QUÉ PIENSAS?
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=KTp5gmzc460