DÍA 10 DE AGOSTO DE 2011
Todos los años, un día de los que paso de vacaciones en el pueblo, tía Benedicta me pide que le diga varias Misas en acción de gracias a la Virgen de Nuestra Señora de la Piedad, en la ermita del pueblo, dedicada a la Virgen María, bajo esta advocación.
AÑO, TRAS AÑO…, SIEMPRE IGUAL.
Todos los años, un día de los que paso de vacaciones en el pueblo, tía Benedicta me pide que le diga varias Misas en acción de gracias a la Virgen de Nuestra Señora de la Piedad, en la ermita del pueblo, dedicada a la Virgen María, bajo esta advocación.
Casi siempre procede del mismo modo. Unas jornadas antes de realizar el encargo, terminada la Misa en la Iglesia parroquial, se acerca al banco donde estoy dando gracias después de la Comunión, y me saluda efusivamente.