sábado, 18 de enero de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

MUY BIEN, JAVIER ERBURU


Hoy viene al blog el gran Miguel D'Ors con uno de sus poemas más bellos. Lo tengo guardado en la agenda y me lo digo de vez en cuando. Siempre he pensado que ser sacerdote es también "una cosa extraña" muy semejante a la que describe D'Ors en estos versos.


Es una cosa extraña

Es una cosa extraña ser poeta,
es una cosa extraña sentir la propia vida
llena de muchedumbres,
escuchar en el propio canto todos los cantos
y cotidianamente
morir un poco en todo lo que muere.

Es una cosa extraña ser poeta;
es sorprender al niño en los ojos del viejo,
es oír los clamores del bosque en la semilla,
adivinar que hay una primavera dormida
bajo cada nevada,
partir el pan y ver los segadores.

Es una cosa extraña: ser poeta
es convertirse en tierra para entender la lluvia,
es convertirse en hoja para saber de otoños,
es convertirse en muerto para aprender la ausencia.

PARA ESCUCHAR