DÍA 9 DE OCTUBRE DE 2001
Todo puede ser objeto de ofrecimiento al Señor.
Hace unos días, me tropecé con el número setecientos cuarenta y tres de Forja, que dice: “En tu vida, si te lo propones, todo puede ser objeto de ofrecimiento al Señor, ocasión de coloquio con tu Padre del Cielo, que siempre guarda y concede luces nuevas”.
Todo puede ser objeto de ofrecimiento al Señor.
Hace unos días, me tropecé con el número setecientos cuarenta y tres de Forja, que dice: “En tu vida, si te lo propones, todo puede ser objeto de ofrecimiento al Señor, ocasión de coloquio con tu Padre del Cielo, que siempre guarda y concede luces nuevas”.