sábado, 11 de enero de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

NIEBLA BAJA, ANUNCIA NIEVE



Me he levantado como todos los días.  A la misma hora. Después de asearme como cada día, he abierto la ventana de mi habitación para ventilarla. Una niebla baja, invernal, estaba posada sobre la plaza que se abre delante de mi casa.

Apenas se veían los edificios cercanos, los coches aparcados, los árboles, las pocas personas que a esa hora transitaban. Un rato después, cerré la ventana y salí a la calle.

En la calle aún se percibía más la presencia de la niebla. Bien abrigado, enfundado con mi tapabocas, llegué al templo. Dentro hacía mejor. Silencio y paz.

Cuando volví a casa, la niebla como que quería subir, alejarse. Pero no fue más que un atisbo. Ahora mismo, que es casi la una, la niebla sigue presente entre nosotros. Algunos vecinos me han comentado que niebla baja anuncia nieve. Esperemos.


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