DÍA 5 DE MARZO DE 2012
“CORAZÓN ENDURECIDO”
“Tenemos el peligro –dice el Papa- de tener el corazón endurecido por una especie de “anestesia espiritual” que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás”.
Esta constatación la conocemos todos; seguro que en alguna ocasión lo hemos observado con pena o incluso hemos sido víctimas, quizás, por más o menos tiempo, de esa anestesia espiritual de la que habla el Papa.
Pues bien, ante esa realidad, por más grave que parezca, “la Sagrada Escritura nos pone en guardia. Y para ello, Benedicto XVI nos anima a acercarnos a dos parábolas de Jesús; la parábola del Buen Samaritano y la parábola del Rico Epulón.
En ambos casos –subraya el Papa- se trata de lo contrario de “fijarse”, de mirar con amor y compasión”. En el primer caso, el sacerdote y el levita “dieron un rodeo”, actuaron con indiferencia, delante del hombre al cual los salteadores habían despojado y dado un paliza, en el segundo, el rico Epulón “saturado de bienes no se percata de la condición del pobre Lázaro, que muere delante de su puerta.
Estos comportamientos, sin duda, son el producto de tener el corazón endurecido y fruto de ceguera espiritual, de anestesia espiritual, ante los sufrimientos de los demás.
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