Y ME HABLÓ LA MADERA
Alcé los
ojos y noté que la Santa estaba un tanto agitada. Entonces pensé que convenía
que la Santa descansara. Sin hacer demasiado ruido, me levanté del banco donde
estaba sentado. Con suavidad me acerqué hasta donde estaba colocado el armonio
y con suavidad giré una manivela y abrí una ventana. El ruido que produje al
abrir la ventana hizo que la Santa callara. Aproveché entonces para dirigirme a
la Santa y contarle yo también alguna cosa. Para empezar hice un pequeño ruido con
los dedos. Rompí el silencio y comencé:
“Santa Teresa, perdón, aunque sé que eres
Doctora de la Iglesia y que sabes muchas cosas, permíteme que te cuente los
últimos cambios ocurridos aquí en esta Parroquia y sobre todo en el templo. Te
diré que todo comenzó con el cambio de párroco. Al jubilarse Don Ángel Gogorza,
el Sr. Obispo -a la
sazón Don Fernando Sebastián- nombró a Don Jesús María Arbuniés
nuevo párroco de esta feligresía. Don Jesús Mari Arbuniés es un
sacerdote joven. Los primeros que cumpla serán cuarenta y uno. Nació en
Venezuela pero de pocos meses le trajeron a Pamplona. Y aquí ha tenido su
residencia siempre. Durante algunos años estudió en el Seminario de Toledo. Luego
en el de Pamplona, donde terminó su carrera y fue ordenado sacerdote.
Ejerció su labor pastoral en Roncal, entre
montañas, nieves y buenas gentes. Después trabajó como coadjutor en la Parroquia
de San Francisco Javier
(Pamplona) y los seis últimos años en la Parroquia de San Miguel, también de
coadjutor. Ahora lleno de fuerza y juventud, ha llegado aquí, a nuestra
parroquia, con ganas de hacer cosas. Y ha empezado -como suele decir él- por lo
más fácil”.
PARA ESCUCHAR