domingo, 5 de junio de 2011

DESDE MI VENTANA

Llueve. El suelo está mojado. El viento duerme entre las ramas su siesta dominguera. Es un buen momento para echar una mirada al exterior.




5 DE JUNIO DE 2011

Y mis ojos, hoy, se fijan en una de las antenas de Televisión que se divisan desde mi ventana. Sé porque en este día me han llamado la atención esos cuatro alambres que sostienen una a modo de parrilla. Es que este domingo, día de la Ascensión, celebramos en la Iglesia la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Aprovecho para enviar un saludo afectuoso y agradecido a todas aquellas personas, dedicadas a los medios de comunicación y a las nuevas tecnologías. “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”, es el lema que ha propuesto este año el Santo Padre. Pensemos, aunque no sea más que un momento, en el alcance e importancia de estos medios modernos de difusión, y sobre todo, los derechos y deberes que todos tenemos, a fin de que, de su recto uso, se sigan beneficios para la convivencia humana y para la gloria de Dios y la implantación de su reino. Bienvenido sean estos medios.


 REFLEXIÓN

Desde el Concilio Vaticano II se define así la evangelización: “Llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad”.




CAMINO

961 Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y de sacrificio. —Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro".