MAÑANA, SERÁ OTRO DÍA
Más de una vez, al comenzar a escribir o
después de haber dejado algunas palabras o líneas de negro sobre blanco, ha
llegado el momento de borrar todo lo escrito. Hoy ha sido uno de esos días, en
que después de dibujar varias frases en la página blanca del ordenador, con
suavidad y delicadeza, seleccionado lo escrito, ha desaparecido de la página en
un instante.
No me gustaba lo escrito y decidí borrarlo.
Lo borré y ya nunca más lo verán mis ojos. Cierto, que podía haber esperado un
poco más, pero lo que son las cosas, cuando se tiene poco tiempo, se destruye
con más facilidad que se construye.
Y aquí me encuentro, en esta situación un
tanto misteriosa: no recordar lo que escribí y no saber lo escribir quiero.
Derrumbar el edificio construido y no
saber levantar el edificio que ahora pretendo.
Y en estas condiciones, ¿qué es lo que sale?
Pues ya lo estoy viendo y vosotros lectores ahora leyendo: palabras, palabras,
palabras. Y poco más. Bueno sí, un blog más entre los cientos
escritos.
Mañana espero tener las ideas más claras, más
frescas y más útiles. Veremos si sale.
PARA ESCUCHAR