DÍA 17 DE MARZO DE 2012
"UN ELEMENTO MUY PROFUNDO"
A medida que vamos avanzando en la lectura y comentario del Mensaje de Cuaresma 2012 de Benedicto XVI, vamos descubriendo nuevas cosas. Cada frase nos abre un aspecto nuevo, interesante. Es como si se abrieran nuevas ventanas por las que penetrara nueva luz.
Hoy, en palabras del mismo Pontífice, no adentramos en algo de sumo interés. Dice el Papa: “Aquí tocamos un elemento muy profundo de la comunión: nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal; tanto el pecado como las obras de caridad tienen también una dimensión social”.
Nuestra existencia está relacionada con la de los demás, de suerte que lo bueno que realicemos repercute en los demás; y lo malo que realicemos también en los demás repercute. Tanto en el bien como en el mal, tanto el pecado como las obras de caridad.
Estamos ante el dogma de la Comunión de los santos. “En la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, -sigue apuntando el Romano Pontífice-, se verifica esta reciprocidad: la comunidad no cesa de hacer penitencia y de invocar perdón por los pecados de sus hijos, pero al mismo tiempo se alegra, y continuamente se llena de júbilo por los testimonios de virtud y de caridad, que se multiplican”.
Y concluye: «Que todos los miembros se preocupen los unos de los otros» (1 Co 12,25), afirma san Pablo, porque formamos un solo cuerpo”. Con razón se puede afirmar: estamos ante un elemento muy profundo de nuestra fe, un elemento de enormes consecuencias.
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