martes, 17 de septiembre de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

Y LOS MIÉRCOLES A PALENCIA


Todos los miércoles viajábamos a Palencia. Nos levantábamos como todos los días. El mismo horario hasta la doce. A esta hora, más o menos, salíamos hacia la Capital. Trece kilómetros de carretera comarcal, para enseguida, pasado San Mamés y Carrión de lo Condes, entrar en la carretera provincial que nos llevaba hasta Palencia.

Una primera parada, donde bajaba una de mis hermanas. A continuación, siguiendo la Avenida de Manuel Ribera, llegábamos a la casa que fue de nuestra hermana Judit. Allí dejábamos el coche y cada quien iba a sus quehaceres. 

Yo, sin casi perder tiempo, me dirigía a la Calle Mayor, número 16, piso segundo derecha. Allí me encontraba con un grupo de sacerdotes palentinos. Tras los saludos de rigor y el relato de antiguas y nuevas vivencias, comenzábamos el círculo.

Al círculo le seguía la comida, la tertulia, las charlas fraternas y las confesiones, para quienes así lo deseaban. Poco después, volvía a la casa de Judit. Un breve descanso y sin más dilaciones a las Claras.

Mis hermanas, solían comer en la Trébede, casa de comidas situada en la Plaza del Ayuntamiento. Algunos días les acompañaba José Luis, uno de nuestros sobrinos, que dede hace años, vive y trabaja en Palencia.

Rezo de vísperas, un rato pausado de oración y se hacía la hora de volver al pueblo. Carretera adelante, mientras rezábamos el Rosario. A las ocho, aproximadamente, estábamos en casa.

Enseguida llegaba la hora de cenar. La partida de cartas y un día más de vacaciones. Así todos los miércoles. 

PARA VER Y ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=8RO2cf9ngJM