Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=z2jorWJy-vg
Y así
fue como siguió el relato:
“En la serrería donde yo descansaba, además de los
trabajos de encargo que se hacían, en su mayor parte consistía en trocear
troncos y preparar tablas de distintos tamaños y grosores, se distribuía madera
en bruto para otros lugares. A veces, eran pequeños ebanistas o carpinteros
quienes acudían allí en busca de madera; otras veces, eran carreteros que necesitaban
material para hacer nuevos carros o arreglar los viejos; en ocasiones acudían a
comprar madera los panaderos. Esos dolían llevar recortes, trozos pequeños, madera
en condiciones defectuosas, pero que para quemar era muy buena.
También
acudían hasta allí, yo los había visto algunas veces, hombres de taller,
artistas de arte sacro, escultores en madera con el fin de hacer provisión de
buenos troncos, tanto por su aspecto exterior y clase de madera como por su
aspecto interior y docilidad de la misma. Estos eran, las más de las veces, los
compradores más exigentes y también los más agradecidos y estimados.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=z2jorWJy-vg