Te ofrezco hoy, un breve comentario a este gran pensamiento
de Camino: 821: “No me olvides que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo
pequeño. —Lo que nace grande es monstruoso y muere”. (nm. 821)
Con frecuencia, olvidamos
este sabio consejo y nos lanzamos, atolondrados, a conseguir de inmediato cosas
grandes. Y nos olvidamos que entre nosotros, las cosas grandes siempre nacen
pequeñas. Lo que nace grande es
monstruoso.
De un grano de trigo, una
espiga; de una pequeña cepa, miles de racimos.
Acabo. Dime si lo entiendes.