20 DE FEBRERO DE 2020
Jesús mismo fue “sal” durante treinta años de vida oculta en Nazaret. Y fue luz especialmente en su vida pública..
También nosotros estamos llamados a ser a ser luz. Todos estamos llamados a ser sal y luz.
Y lo somos de una manera clara cuando profesamos nuestra fe en momentos difíciles. Cuando cumplimos nuestras obligaciones de cristianos.
Para enseñar la doctrina del Señor. Es necesario edificar con la sal del ejemplo y con la luz de la palabra.