lunes, 30 de mayo de 2011

DESDE MI VENTANA

Cada día tiene su propio afán. Cada cosa su presencia. Y cada mirada su objeto.








DÍA 30 DE MAYO DE 2011

Hoy lo primero que encuentran mis ojos, es un balón, no muy grande, color rojo, que rueda por la plaza a un ritmo lento. Y como dice el anuncio que "detrás de un balón, siempre viene un niño", esta vez también ha sido así: un niño de un par de años, pantalón gris, blusa azul, zapatos blancos, corre detrás del balón que rueda. Lo alcanza con facilidad. Lo toma en sus manos, lo abraza; y, como si se tratara de un trofeo, se lo presenta a su madre, que en ese momento, despreocupada sale del portal a la calle. Esta vez, gracias a Dios, no ha pasado nada. Quiero decir, no ha habido atropello, ni lamentos posteriores. Todo se ha quedado en una risa de la madre y un gran triunfo del pequeño niño que ha atrapado el balón. Ojalá que esta infantil hazaña se presagio de futuras victorias. Y ojalá que la madre no confie tanto en la espontaneidad de su pequeño. Recordemos todos que detrás del balón, siempre viene un niño. Aprendamos, aún hay tiempo.



REFLEXIÓN

"Más vale prevenir que curar". Este refrán nos enseña que es preferible adoptar con tiempo las medidas necesarias para evitar un mal, que combatirlo.



CAMINO

251 ¡Mañana!: alguna vez es prudencia; muchas veces es el adverbio de los vencidos.



851 Encaucemos las "imprudencias providenciales" de la juventud.