24 DE FEBRERO DE 2020
¿QUÉ ES LA CUARESMA?
Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la
Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para
arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser
mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y
termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de
este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por
recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como
hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto
y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión
espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia
nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la
Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas.
Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a
parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos
más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la
reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de
nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a
nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y
apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con
alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número
cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de
los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los
cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó
Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que
duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material,
seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de
pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la
tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la
Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante
vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica
penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero
debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.