VÍSPERAS DE FIESTA
Y, poco a poco, Oscar fue pintando las
verjas. Una primera mano, después otra. Al final, un recorrido por todas las
barras para corregir algún pequeño detalle olvidado. Todos le dimos el visto
bueno. La faena había quedado terminada.
Las barras de las ventanas de arriba, le
costó más esfuerzo. A través de una escalera plegable pudo alcanzar y pintar las partes de fuera, luego desde las
habitaciones pintó las partes de dentro.
Como el conjunto iba quedando bien, se nos ocurrió
que podría pintar la pared de la parte izquierda que estaba muy sucia. Oscar,
ni corto ni perezoso, trajo de su casa pintura blanca y aprovechando que tenía
la escalera a mano, comenzó la pintura de la pared.
También pintó, a propuesta de Teo, los altos
de las columnas que dividen las verjas. Con todos estos arreglos el rincón de
la casa de Pedro Calvo y Mercedes de las Fuentes, parecía otro.
Como era víspera de la fiesta, estas mejoras
hizo que el “lucimiento” luciera más y mejor. Antiguamente, se solía decir, hay
que lucir la facha que llega la fiesta. Había acertado una vez más.
Ya sólo faltaba poder cerrar la puerta de la
verja y con ello dábamos por finalizado los arreglos que nos habíamos
propuesto.
(seguirá)
PARA ESCUCHAR