domingo, 3 de julio de 2011

DESDE MI VENTANA

Mirar al exterior de uno mismo, a las cosas creadas por Dios, nos ayudará a conocernos por dentro y a conocer mejor al Creador.






DÍA 3 DE JULIO DE 2011

Hoy, al mirar desde mi ventana, he visto al Creador. He visto al Creador del Cielo y de la Tierra. Le he visto en las personas y en las cosas a mí cercanas. He visto al Creador en las hojas verdes de los árboles; en la hierba amarillenta del jardín; en la luz brillante del sol que vive allá a los lejos; en los picos salientes de las montañas lejanas; en los coches de varios colores aparcados en la plaza. Pero sobre todo, he visto a Dios Creador y Salvador, en los padres de familia que acudían a la Iglesia, con sus hijos pequeños, para asistir en la celebración de la Santa Misa; y a bastantes adolescentes joguetones y traviesos; y a los ancianos doblados de años que apoyados en sus bastones, caminaban lentamente; y a los enfermos llevados en sillas de ruedas al Sacrificio del Altar. Incluso he visto a Dios en la ausencia de jóvenes y gente madura, y he pedido por todos ellos de forma especial. Ha sido, por todo ello, un día admirable, extraordinario. Y mientras contemplaba todas estas cosas me venían a la cabeza una de las canciones que hemos entonado esta mañana en la Misa:
Cantad a Dios todas sus criaturas, y bendecid su nombre por los siglos. Cantad a Dios los ángeles del cielo, las aguas todas bendecid a Dios. Cantad a Dios, estrellas, sol y luna, lluvia y rocío, fríos y heladas. Cantad a Dios rocíos y nevadas, calor y fuego bendecid a Dios. Cantad a Dios, ensálcelo la tierra, lo que germina en ella cante a Dios. Cantad a Dios las cumbres de los montes, los manantiales den su gloria a Dios. Cantad a Dios los mares y los ríos, todos los peces y aves de los cielos. Cantad a Dios las fieras y ganados, con vuestras voces bendecid a Dios. Cantad a Dios los hijos de los hombres, los sacerdotes bendecid a Dios. Cantad a Dios los jóvenes y niños, todos los hombres bendecid a Dios. Cantad al Padre, al Hijo y al Espíritu, todos los himnos bendecid a Dios. Cantad a Dios en todo el universo, cuanto respira que bendiga a Dios.


REFLEXIÓN

La Biblia también dice: Toda la naturaleza alaba a Dios (Salmos 148:7-10); El sol, la luna y las estrellas le alaban (Salmos 19:1 y 148:3); Los ángeles le alaban (Salmos 148:2); Aún la ira de los hombres es usada por Dios para Su alabanza (Salmos 76:10); A los niños hay que enseñarles a alabar a Dios (Salmo 78:4).


CAMINO 

268 Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.
Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso...
Dale gracias por todo, porque todo es bueno.