CARTA
PARA LA CUARESMA 2014
(Me
ha gustado esta carta. Te la ofrezco en mi blog. No está escrita por mí, está redactada por Ángel
Moreno de Buenafuente. El que habla, lo adivinarás enseguida, es el Señor. Y el Señor, no engaña.
¿Qué te parece?
Ven,
Ven, vuelve de tu
posible camino errado, de tu camino emancipado e independiente, de tus días
distraídos, de tu quehacer empeñado un tanto autosuficiente.
Ven, vuelve, te estoy
esperando con palabras amables, con gestos de amor, con mirada de misericordia,
con todo dispuesto para cenar juntos.
Ven, vuelve, no te
justifiques en que lo has intentado otras veces y en que te parece un tanto
frívolo y hasta algo cínico acogerte a mi ofrecimiento de amor incondicional.
Ven, vuelve, no
resistas en tu mala memoria, que te secuestra y puede hacerte daño, porque
crezca dentro de ti un muro y una distancia que no mereces.
Ven, vuelve, mírame,
estoy con los brazos abiertos, con las palmas de mis manos llagadas, pero
luminosas, para que no te dé pudor contarme las heridas que has sufrido a lo
largo del camino.
Ven, vuelve, ten la
seguridad de que no te echaré en cara tus pasos perdidos, tus horas muertas,
tus días vanidosos, tus relaciones egoístas, tus torpes pensamientos, tus
deseos oscuros.
Ven, vuelve. ¡Si
supieras la alegría que me darías si creyeras en mi palabra y no te
resistieras, justificándote en tu pobreza y debilidad, que es la tentación del
Malo con capa de humildad!
Te ofrezco la paz
interior, la que nace de saberte perdonado, envuelto en misericordia que impide
mirar hacia atrás, porque solo existe el presente en el amor.
Te ofrezco la alegría del corazón, la
serenidad del alma, la anchura en las entrañas, la felicidad posible, que nadie
puede arrebatarte.
Te ofrezco mi Palabra de vida, compañera y
guía de camino, oportuna, fiel, encontradiza en el momento necesario.
Te ofrezco mi amistad, que caminemos juntos y
progresemos en el trato que te dejará gustar la dulzura del bien en mi
presencia.
Te ofrezco mi propio cuerpo y sangre, mi
entrega total, sin factura, mi donación irreversible, porque te quiero.
Te ofrezco mi amor, mi declaración
irresistible. ¡Si tú supieras que estoy loco por ti! ¡Si te creyeras por un
instante el amor que te tengo!
Ya queda todo de tu parte. Yo te espero
siempre.
PARA
ESCUCHAR