DÍA 3 DE MAYO DE 2012
CON IDÉNTICA ILUSIÓN
Me ocurrió ayer. Estaba rezando el Rosario en mi Parroquia. No eran muchas las personas que asistían, más bien pocas. Creo que las conté, una por una, pero ahora no recuerdo el número exacto. En cualquier caso eran pocas.
Pues bien, mientras rezaba, me vino a la memoria un rosario que recé en la Parroquia de mi pueblo, un dos de julio de hace casi cincuenta años. Lo recuerdo bien. Ese día, había celebrado mi primera Misa. Me había ordenado el 29 de junio y ese día, con gran solemnidad, celebré mi primera Misa.
Ramos de árboles de mi casa a la Iglesia y de la Iglesia a mi casa. Una bandera blanca en lo más alto de la torre. Invitados: familiares y amigos. Estábamos en la comida, cuando alguien dijo: “Están tocando al Rosario”. Era domingo y todos los domingos había Rosario.
Sin pensarlo dos veces, me levanté de la mesa, y dejando a todos en sus sitios, me dirigí al templo. Saludé al Señor y a la hora, comencé el rezo del Santo Rosario. Recuerdo que estaba feliz por aquel gesto, que a la vez me parecía común y sencillo. Terminé el rezo y me volví a casa. Allí estaban todos.
Ayer me acordaba de aquel gesto. Y me llenó de alegría. Y pensé: “Cuántas cuentas de Rosarios pasados por mis dedos”. Y le pedía a la Virgen, con fuerza: Ruega por nosotros…, ahora y en la hora de nuestra muerte y concédenos "idéntica ilusión".
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