lunes, 22 de julio de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS


DE PASEO POR LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
CASAS BARATAS DE BARRUELO

Después de unos días de descanso en la casa de mis padres, volví a Barruelo de Santullán a principios de agosto. Para esas fechas había sido nombrado otro coadjutor para la Parroquia de Santo Tomás. Se trataba de Moisés Relea Caminero, compañero de estudios en el Seminario y ordenado el mismo día que yo en Palencia.

A Moisés, que también dependía de Minas, además de ayudar en la Parroquia,  le correspondía atender, especialmente los domingos, un poblado donde vivían algunos mineros trabajadores en el Pozo Calero. El poblado se le conocía con el nombre de Barrio de Elechar.  Más arriba estaba la Parroquia de Brañosera, asistida por otro sacerdote.

Yo, por mi parte, además de servir a Monjas y Frailes, como ya dije, atendía los domingos a un buen número de familias que residían en el barrio conocido como el Barrio de Casas Baratas de reciente construcción.

Este Barrio, aunque bastante numeroso y a cierta distancia de la Parroquia, aquel año aún no tenía templo. Estaba en construcción. Se inauguraría ese mismo año. Esa era la razón de que la Misa se celebrara en una sencilla bajera, bien preparada pero pequeña.

Moisés residía en un pensión cercana a la Plaza del Ayuntamiento. Disponía de casa propia, y en ella pasaba algunos ratos. Yo viví, primero en el Hotel Navamuel,  después de un mes residí en la casa del paseo de la que hablábamos ayer.

Nos llevábamos muy bien: Párroco y coadjutores. A Don Manuel le gustaba, terminadas las actividades parroquiales de la tarde, pasear por la Plaza del Ayuntamiento, acompañado de sus coadjutores. El llevaba siempre la voz cantante. Cuando la gente le paraba se deshacía en alabanzas de sus nuevos curas.

Fueron días inolvidables. Siempre recuerdo a  Don Manuel Palacios, como un cura sencillo y bonachón. Siempre con una sentencia en su boca y una sonrisa en sus labios.

¡Que en paz descanse!