DÍA 12 DE MAYO DE 2012
ORDEN, ORDEN, ORDEN
Hace muchos años que leí está sentencia: “Cuida el orden, y el orden te cuidará”. Y esta otra: “Virtud sin orden, rara virtud”. Hoy he tenido la oportunidad de comprobar el valor de estas dos sentencias.
Terminada la Misa de doce, se acercó a mi despacho un sacerdote que trabaja conmigo en la parroquia. Uno y otro, nos habíamos dado cuenta que había un cierto desorden en los libros parroquiales y nos habíamos comprometido a ordenarlos.
Pues, bien, como digo, terminada la Misa, de hoy, día 12 de Mayo, fiesta de los Santos Nereo y Aquileo, después de un buen rato de trabajo, dimos por finalizado el ordenamiento de libros.
Hemos podido experimentar que el hecho de cuidar el orden, el orden te cuida a ti. Y lo que es más importante, hemos experimentado, que no hay virtud sin orden.
Acabo de encontrar estos tres pasos que te ayudarán a poner en práctica la virtud del orden. Te los brindo:
Primer paso:“Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo”.
Segundo paso: Mira tu despacho, tu mesa de trabajo, tu habitación, tu armario ¿Están ordenados o desordenados? El orden externo es reflejo del orden, la paz, el sosiego interior. Si no hay orden, comienza ahora ya a ordenar!
Tercer paso: En tu día ¿Tienes orden? ¿Realizas tus actividades según su grado de importancia o según aparecen en tu día o te apetece? Enfócate a vivir con el orden que previamente hayas establecido tú.
Para finalizar, te propongo un pequeño ejercicio: Antes, durante y al final del trabajo dedica unos minutos a ordenar tu ámbito de trabajo: “Cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa”.
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