jueves, 5 de febrero de 2015

VIEJOS ESCRITOS

Y ME HABLÓ LA MADERA

Al llegar a, pero…, me llamaron desde la puerta de la sacristía. Había llegado un compañero sacerdote que requería mi presencia. Me dirigí hasta la sacristía y, en efecto, allí se encontraba un buen amigo mío: Jesús Mari.
Poco nos costó entrar en conversación. Entre otras cosas me contó que le habían regalado una reliquia de Santa Teresa y su relicario. Me lo enseñó de inmediato. El relicario era de plata, sencillo, pero digno. En su interior recogía una reliquia de la Santa castellana. Le di la enhorabuena y me llené de satisfacción y de alegría, porque hacía años que estaba esperando esta noticia.

Volví al templo. Y de nuevo llegó a mis oíos la voz que venía oyendo desde hacía unos días. Y como si la información no hubiera hecho más que pararse unos instantes, oí: “pero rechacé aquellos pensamientos, no sé si como sublimes o como inútiles. Y volví a dormir la quietud de la madera. De vez en cuando volvían a mi cabeza las biografías de aquellos personajes. Y daba vueltas a las cosas, a los datos, a las fechas, pero no acababa de aclararme. El tiempo para mí, desde que me cortaron las raíces, había dejado de ser algo importante.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=WSoKwWAYtGE