jueves, 23 de febrero de 2012


DÍA 23 DE FEBRERO DE 2012

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Ayer presenté en breve y conciso resumen el Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma de 2012. 

A lo largo de esta Cuaresma, me voy a ir fijando en aspectos concretos y determinados de este mensaje, aspectos que a mi me han llamado la atención y puede que a ti también te la llame. Al final de estos cuarenta días, espero haber, por una parte, aprovechado el mensaje y por otra, haberte ayudado a ti, estimado lector, a acercarte un poco más a Dios.

Dice el Papa al comenzar su Mensaje: “La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad”.

Seguramente que tú, como yo, has vivido ya unas cuantas cuaresmas. Aquellas primeras cuaresmas en las que descubriste, sin casi darte cuenta, el valor de la oración, la grandeza del ayuno, la hermosura de la limosna. Aquellas Cuaresmas que con la ingenuidad y sencillez de una vida joven, soñaste con cambios de vida, en la tuya primero y después en la de los demás; cambios espectaculares y llamativos que nunca llegaron.

O aquellas otras cuaresmas que viviste en la hedionda manía del acostumbramiento, en la rutinaria vivencia de prácticas externas y llamativas; o aquellas otras cuaresmas, llenas de entusiasmo y esperanza pero vacías de frutos y de soluciones concretas.

Has vivido, como yo, ¡tantas cuaresmas!. Pero no olvides, como tampoco yo lo olvido, que esta no es sólo “una vez más”, una nueva “oportunidad”, es una nueva gracia, es un nuevo regalo de Dios.

Es, como dice Benedicto XVI, una oportunidad para “reflexionar”, para pensar, para meditar, para profundizar, nada más y nada menos, “que sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad”.

“En el corazón reside también la caridad, principio de las obras buenas y puras, a la que hiere el pecado”. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1853)J

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