Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=Cs9PwqgoeJA
Después
del rato en el que los cuatro señores arriban descritos, estuvieron hablando de
fiestas y de ferias, de limosnas y de contribuciones, uno de ellos, el fraile
más regordete, dijo: Vayamos al grano.
Al
principio pensé que iba a tratar de compras de trigo, avena, cebada u otros
cereales -porque mi amo también poseía grandes campos de estas semillas- pero
enseguida me di cuenta que no; que de lo que trataban era de mi. De poner
precio a mí ser, a mí existir: cuánto pedían los vendedores y cuánto estaban
dispuestos a dar los compradores por mí.
Hablaban
que necesitaban un tronco hermoso de pino para hacer una imagen de la nueva
santa carmelitana: Teresa de Ávila.
Y la necesitaban ya. Habían pasado 40 años
desde que se fundara el convento de Carmelitas de Pamplona en que tanto empeño
puso Teresa de Ahumada, aunque no le vio erigido. Era de justicia y caridad dedicar
un altar de la capilla del convento a la nueva santa y para ello había que
hacer una imagen. Se habían fijado en mí.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=Cs9PwqgoeJA