HERMOSA
LECCIÓN
Alrededor
del templo de la Parroquia de Santa Teresa de Jesús (Pamplona), hace ya unos
cuantos años, plantaron pequeños árboles: pinos, acacias, sauces llorones, otros. Los
conocí pequeños, cuando todavía no daban sombra. Ahora son grandes, fuertes,
esbeltos. Adornan el contorno parroquial, ofrecen flores en su tiempo y sirven
de hábitat a algunos pájaros, especialmente picarazas, pardales, palomas
torcaces.
Hoy, al
salir de la Iglesia por la puerta del despacho parroquial, observé que de un sauce llorón, se había desprendido una gran rama. Estaba en el suelo. Yacía muerta y
triste.
Un señor
que paseaba a un perrito por allí, me comentó: “Se ve que la rama no ha podido con el
peso de la nieve”. Hizo una breve pausa y añadió: “Aunque tal vez la rama
estaba ya en malas condiciones y le llegó la hora”. En efecto, dije yo: “Le
llegó la hora”. Mientras me alejaba oí que el señor musitaba: "A todos nos
llegará la hora”. Pensé para mis adentros, hermosa lección. Y seguí mi camino.
PARA
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