martes, 23 de noviembre de 2010

MURO DEL TEMPLO
TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA DEL T. O.

MIÉRCOLES
SAN LUCAS 21, 12-19

CON UN SOLO GOLPE DE CLIK
http://www.youtube.com/watch?v=Yrm7To2FUrg

Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las Sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: esto os sucederá para dar testimonio. Así pues, convenceos de que no debéis tener preparado de antemano cómo os vais a defender; porque yo os daré palabras y sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados incluso por padres y hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Mas poco después —ayer estaba cerca— comenzaste, Señor, a decir que se levantarían los pueblos y los reinos. Y habría terremotos horribles, y hambres furibundas, y peste dolorosa, por aquí y por allá y grandes signos y señales en el cielo.

Y que antes, Señor, ¡qué cosas!, muchos sufrirían persecuciones y cárceles. Y los poderosos del mundo perseguirían, a tus discípulos. “Pero vosotros —dijiste— daréis testimonio de Mí”.

Por eso, Señor, quisiste ponerlos en guardia. Y les animaste para que se convencieran de que iba a suceder, pero que no tuvieran miedo, Tú les prometías estar junto a ellos. Y que les darías fuerzas y ánimo, palabras y sabiduría para defenderse de cualquier enemigo. E insistías: no lo dudéis, seréis entregados, incluso por los más cercanos y también por otros. Algunos moriréis. Y todos seréis odiados por mi nombre.

En todo caso, para apaciguar el ambiente y acallar temores, con la tranquilidad de quien domina la situación, dijiste a “los tuyos”: Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Se había hecho de noche. Las sombras cubrían por completo el Templo y alrededores.