sábado, 21 de febrero de 2015

VIEJOS ESCRITOS

Y ME HABLÓ LA MADERA
- Nos gusta este tronco -y me miraban a mí- para nuestro objetivo. Queremos una talla hermosa, alta, fuerte, que represente a una mujer castellana, aguerrida, suelta, valiente, alegre, decía uno de los frailes. A lo que el compañero contestó: - De los troncos aquí amontonados, el que más me gusta es este -y volvía sus ojos a mí-. Tiene anchura, tiene largura y todo muestra que está en perfectas condiciones para poder empezar de inmediato.
A mi amo le brillaban los ojos y asentía con la cabeza a lo que comentaban los frailes. El de calzón verde y blusa negra no dejaba de mirarme. Parece como si me comiera con su mirada, como si quisiera apoderarse de mí, y a la vez como si por dentro de mi corteza y primera capa viera algo más.