REPRENDER,
AUNQUE CUESTE,
HAY QUE HACERLO
Leía hace
unos días en un libro de Benedicto XVI, “La sal de la tierra”, que hay personas
que tienen el deber de reprender, no para alardear de poder, sino para ejercer un servicio.
San Agustín
explicaba en un sermón lo siguiente: “Tú quieres vivir mal, tú quieres
hundirte. Pero yo no puedo quererlo. Yo debo reprenderte, aunque no te guste”.
“Forma parte también de esta tarea (de mandar), cito nuevamente a San Agustín: “corregir, reprender y sufrir disgustos”.
“Forma parte también de esta tarea (de mandar), cito nuevamente a San Agustín: “corregir, reprender y sufrir disgustos”.
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