domingo, 21 de noviembre de 2010

VIUDA POBRE VIUDA
TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA DEL T. O.

LUNES
SAN LUCAS 21, 1-4

CON UN SOLO GOLPE DE CLIK
http://www.viddler.com/explore/rosagil/videos/2/

Al levantar la vista, vio a unos ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio. Vio también a una viuda pobre que echaba allí dos monedas pequeñas, y dijo:
—En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos; pues todos éstos han echado como ofrenda algo de lo que les sobra, ella, en cambio, en su necesidad ha echado todo lo que tenía para su sustento.

Al levantar la vista, Señor, te fijaste en “unos ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio”. ¡Cómo resonaban las monedas al caer en el depósito! ¡Qué aplausos de la gente humilde a aquellos hombres ricos y poderosos!

Y te fijaste, de una manera especial, quizás emocionado, en “una viuda pobre”, que también echó en el cepillo dos pequeñas monedas. Iba aquella mujer pobremente vestida. Quizás con algún roto en su vestido. Nadie la aplaudió, en un primer momento. Había pasado desapercibida, para todos. Pero no para Ti. Sólo después cuando escucharon tus palabras, dichas con la solemnidad de lo importante: “en verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos”, se enteraron tus discípulos y quienes te acompañaban. Pero no acababan de entenderlo.

Lo comprendieron cuando lo explicaste más, al decir: “Todos estos han entregado como ofenda, “parte” de los que les sobraba, ésta en cambio, ha dado de lo que “necesita”, “todo” lo que tenía para vivir.

Fue entonces, cuando los que te acompañaban comenzaron a aplaudir y a admirarse por el gesto de aquella mujer. Ella se había alejado, ni siquiera —en su humildad— oyó tus alabanzas ni nuestros aplausos. Había desaparecido, como la sal. Se había dado toda. No sólo sus cosas, a ella misma.

Y ahora Señor, ¿qué? Ahora, Señor, sigue hablándonos... también nosotros somos pobres... también nosotros queremos echar todo lo que tenemos..., también nosotros queremos ser humildes, desaparecer.

Ayúdanos.