viernes, 15 de julio de 2011

DESDE MI VENTANA


Nuestras almas, como la hierba del jardín, necesitan el riego del Espíritu, para permanecer firmes en la fe, de modo especial en estos tiempos de dificultades. Abramos nuestro corazón a la gracia.


DÍA 15 DE JULIO DE 2011

Aunque estamos a mediados de julio, a un escaso mes del comienzo del verano, los fuertes calores de estos últimos días han hecho que los jardines de mi barrio pierdan fuerza y lozanía. Para mantenerlos en buenas condiciones, los cuidadosos jardineros del lugar, todas las mañanas, apenas se levanta el sol, abren las llaves de riego por aspersión, estratégicamente colocadas, y desde sus bocas comienzan a estender una fina lluvia por el cesped sediento y reseco. Lo veo hacer muchos días.