miércoles, 29 de mayo de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS



Tuve la oportunidad de escuchar y de hablar 
con Madre Angélica, hace varios años, en su visita a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra


Irondale, Alabama. Zona altamente protestante. Año 1961. La madre Angélica llega para fundar el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles y cumplir así una promesa a Dios tras el éxito de la riesgosa operación de la columna a la que había sido sometida.

Rita Antoinette Francis Rizzo, mejor conocida como «Madre Angélica», nació en Ohio, en 1923, en el seno de una familia de ascendencia italiana. Sus padres se desentendieron de ella –hija única– aunque la volvieron a tomar en serio cuando en la adolescencia descubrió su vocación religiosa e ingresó en un monasterio de Clarisas Pobres de la Adoración Perpetua, en Cleveland, pese a la oposición familiar.

Ya como religiosa, desde los años setenta, comenzó a escribir libros espirituales y, dado el éxito, el monasterio donde vivía adquirió máquinas impresoras, iniciando la labor difusiva de más libros y folletos. Poco a poco la madre Angélica recibió invitaciones para dar conferencias. No pasó mucho cuando ya se encontraba grabando una serie de programas de televisión para una cadena local. Pero al enterarse de que el canal de televisión transmitiría una película blasfema, decide retirar sus programas de la estación y arreglárselas para construir el propio en el garaje del monasterio.