BODAS
DE ORO SACERDOTALES
(20)
Una
fotografía más. Es la secuencia de la fotografía diez y siete que veíamos hace
dos días.
La
elevación del Cáliz con la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
Como la
Misa se celebraba en un altar adosado al retablo, es decir, de espaldas al
pueblo, estaba previsto que la elevación de la Hostia y del Cáliz se hiciera
despacio y elevando bastante el Pan y el Cáliz para que los fieles pudieran
verlo.
En el
altar se vez el Misal y también un par de ángeles que acompañaban al Sagrario.
El misacantano
llevaba alba y cíngulo obscuro y casulla de guitarra, que en el momento de la
elevación cogía la punta de los dedos uno de los ayudantes o en su caso el monaguillo.
“Señor,
mío y Dios mío”.