LA SEMANA SANTA,
SINO ES DE ORACIÓN
La Semana
Santa no es, no debe ser, como cualquier semana del año. Y no lo digo porque
haya unas vacaciones y unas procesiones. En la Semana Santa celebramos los
grandes Misterios de la Vida del Señor, los Misterios Dolorosos y
Gloriosos.
Y esta
Semana, o es una semana de oración, o no es nada. Por esta razón he pensado
ofrecer unas pautas que sirvan de reflexión para valorar lo que debe ser una
familia cristiana: una Comunidad de vida y amor en donde se ore juntos.
Me sirvo de
la valiosa aportación que nos dejó el Padre Slavko, fraile franciscano
experto en vida interior, que perdió su vida cuando terminaba con un grupo de
peregrinos el Vía Crucis en la cima del monte Krizevac (Monte de la Cruz) en
Medjugorje. He visitado muchas veces su sepultura, que siempre está acompañada
de fieles que oran, y adornada cada día con flores frescas.