lunes, 25 de marzo de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS


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En un hecho histórico y sin precedentes en la historia moderna, el papa Francisco ha visitado este sábado al mediodía a su antecesor, Benedicto XVI, en el Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, a 25 kilómetros al sur de Roma. (Vea el vídeo abajo).

Después de un vuelo de 20 minutos, Francisco aterrizó en el helipuerto de Castel Gandolfo -construido donde terminan los jardines de la residencia- y fue recibido por Benedicto XVI, el obispo de Albano, Marcello Semeraro, y por el director de las Villas Pontificias, Savero Petrillo.

El pontífice regresará a la Santa Sede después del almuerzo, a una hora que no fue precisada.

El Papa Francisco fue recibido por Benedicto XVI en el mismo helipuerto de Castel Gandolfo hacia las 12.15 de la mañana. 

Ambos Papas se fundieron en un "conmovedor abrazo", según atestiguó Lombardi (en Argentina lo traducen como “lindísimo abrazo”).

Después, el Pontífice y el Papa emérito se fueron a orar juntos a la capilla de la residencia de Castelgandolfo. "Somos hermanos", le dijo el Papa Francisco cuando Benedicto XVI le ofreció un puesto de privilegio en la capilla. 

En ese edificio marcado por la moderna historia italiana, refugio de personas que huían de la guerra y los nazis en la Segunda Guerra Mundial, un anciano alemán y un Papa argentino rezaron juntos ante la imagen de la Virgen de Czestochowa, patrona de Polonia. 

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Ese momento de oración fue, según el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, "un momento de profunda y elevada comunión".

El encuentro privado comenzó en torno a las 12.30 en la biblioteca privada de la residencia, que sirve de lugar de recepción para huéspedes importantes. Fue allí donde el Papa Francisco entregó a su predecesor un icono de Nuestra Señora de la Humildad "en honor a la humildad demostrada" por el Papa Emérito a la hora de presentar su dimisión.

La conversación entre ambos se desarrolló "en la más estricta confidencialidad y privacidad". Los dos pontífices iban vestidos con sotana blanca.