domingo, 22 de septiembre de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

QUEHACERES DE CASA


El cuidado de una casa, como es sabido, requiere múltiples atenciones, atenciones que exige, en definitiva, tiempo. Sin un tiempo dedicado cada día al hogar, el hogar se desvirtúa, se desinfla, se pierde.

Múltiples quehaceres: Que si hacer las camas, que si preparar el desayuno, que si extremar las habitaciones, que si lavar la ropa, que si coger el pan, que ir  por agua, que si hacer la comida, que si antes comprarla, que si fregar después de las comidas, que si recoger las cosas, un motón de quehaceres que uno por uno parece una insignificancia, pero que todos juntos, es una heroicidad.

Pues bien, a todos estos quehaceres  domésticos, en invierno se añade el encender la estufa, la gloria como la llamamos en Castilla.

Gloria: “es un sistema de calefacción corriente en Tierra de Campos y Cerrato, consistente en un fuego subterráneo que calienta el piso de una habitación de la vivienda, que también se llama gloria o estufa. El tiro de salida del humo se regula con la “charpa”.  

Enrojar es “extender y encender la paja (u o otros combustibles) en el horno de enroje”.  Y el enroje “es la boca del horno para enrojar o calentar la gloria. Se quema principalmente paja picada (de la trilla) aunque también madera, etc.

Labor esta, como digo, de invierno, de tiempo frío, aunque algunas veces en verano también hay que enrojar, sobre todo cuando en la casa se habita poco tiempo a lo largo del año.

Esto es lo que hacía Meche algunos días. Acabado el desayuno y antes de ir a Misa, se disponía a enrojar. Para enrojar antes había que sacar la cernada, preparar el material combustible y luego, manos a la obra.

(seguirá)


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