miércoles, 2 de enero de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS










HOY NO SE MADRUGA 

Uno de enero. Primer día del año. Amaneció lluvioso. Una lluvia fina, suave, silenciosa. En el embaldosado de la calle relucían las últimas gotas caídas. De mi casa al templo no me encontré a nadie. Allá, a lo lejos, un hombre joven doblaba la esquina lentamente. La noche ha sido larga y hoy no se madruga. Dentro del templo: dos personas: el fiel sacristán, haciendo sus habituales rezos; y el madrugador párroco rezando el breviario. Me arrodillé en el tercer banco: adoré a Dios allí presente, le pedí perdón del año que pasó y rogué ayuda para el que año que acaba de nacer.

PARA ESCUCHAR
http://www.youtube.com/watch?v=C8RvKTjYYOE