LOS LAICOS EN LA IGLESIA
Y EN LA SOCIEDAD
Y EN LA SOCIEDAD
"Sería generalizar, cosa que a mí no me gusta. Hay laicos que
realmente viven en serio su fe, se juegan, que creen que Jesús está vivo y
esperan en la resurrección pero mientras tanto no se rascan la guata [la
panza], como dicen los chilenos, sino que trabajan esperando que venga el Señor
y preparando el camino.
Hay un problema, lo dije otras veces: la tentación de la
clericalización. Los curas tendemos a
clericalizar a los laicos. No nos damos cuenta pero es como contagiarlo
nuestro. Y los laicos —no todos pero muchos— nos piden de rodillas que los
clericalicemos porque es más cómodo ser monaguillo que protagonista de un
camino laical. No tenemos que entrar en esa trampa, es una complicidad
pecadora. Ni clericalizar ni pedir ser clericalizado.
El laico es laico y tiene que vivir como laico
con la fuerza del bautismo, lo cual lo habilita para ser fermento del amor de
Dios en la misma sociedad, para crear y sembrar esperanza, para proclamar la
fe, no desde un púlpito sino desde su vida cotidiana. Y llevando su
cruz cotidiana como la llevamos todos. Y la cruz del laico, no la del cura. La
del cura que la lleve el cura que bastante hombro le dio Dios para eso.
Y TU, ¿QUÉ PIENSAS?