miércoles, 25 de septiembre de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

 EL LEVANTAMIENTO DE BALDOSAS


Y a los dos días, llegó Oscar con las herramientas necesarias para realizar los arreglos ajustados. Con buen criterio, comenzó por lo más difícil: ajustar la cerradura de la puerta de la verja. 

A continuación, entró a las baldosas. Aquí hubo sus más y sus menos: que si no había baldosas iguales, que si las había; que busca que te busca, que al fin aparecieron unas casi iguales, pero más pequeñas. No sirvían.

Solución: Viajar a Osorno y comprar unas nuevas. Así se hizo. Fue, vio y eligió: tres baldosas nuevas, muy parecidas de dibujo, solo que eran más gruesas. Nos decidimos por ellas.

Antes, escavado el lugar de las baldosas, lo llenó de cemento. Se evitarían humedades posteriores, causa del levantamiento de baldosas. Quedó muy firme.

Hubo que esperar a que fraguase el cemento, para poder poner las baldosas. Mientras, se preparó para pintar las verjas. Oscar, se fue a casa y trajo pintura y pinceles. Como hacía mucho calor, lo dejó para el día siguiente.

(seguirá)


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