jueves, 19 de mayo de 2011

DESDE MI VENTANA


Hola amigo:
Estoy delante del ordenador. Miro por mi ventana. Escribo lo que veo. Al final, una breve nota y un punto para la reflexión.




Día 19 de Mayo de 2011


Nada sé de los niños de ayer. Esperemos. Ahora mismo, desde mi ventana, veo un perrito que camina lentamente detrás de su ama. Me encanta su andar pausado y lento, pero me desagrada tanta atención "perruna". No es que tenga nada en contra de los animales, criaturas de Dios, y menos, encontra de los perros, amigos del hombre. Pero me molesta la atención exagerada, que reciben ciertos "perricos". Se les cuida casi como si fueran "personas". Bueno, ha sido un pequeño desahogo. Ojalá que sirvan estos "perricos" además de para ladrar, para despejar manías inútiles. De todas formas, siempre me acuerdo de mi padre que decía: "No debería haber más perro que el de San Roque". Era una opinión que respeto. Al terminar de escribir estas líneas y mirar de nuevo a la plaza, me encuetro que son tres perros o más los que ahora corretean por la calle. Lo que digo: Cuanta razón tenía mi padre.


Reflexión canina

Oh Señor de todas las Criaturas, haz que el hombre, mi dueño, sea tan fiel a todos los hombres, como le soy fiel. Haz que sea tan cariñoso con su familia y sus amigos como yo lo soy con él. Haz que custodie honradamente los bienes que Tú le confías, como honradamente custodio los suyos. Dale, Oh Señor, una sonrisa fácil y espontánea, como fácil y espontáneamente muevo mi cola. Haz que esté siempre dispuesto a la gratitud como estoy siempre pronto a lamer su mano. Concédele una paciencia como la mía; espero su retorno sin quejarme nunca. Dale mi coraje y rapidez para sacrificar todo por él, desde cualquier comodidad y hasta la vida misma. Consérvale mi juventud de corazón y mi alegría de pensamiento. Oh Señor de todas las Criaturas, como yo soy siempre verdaderamente perro, haz que él sea siempre verdaderamente hombre.


Camino

479 No hagas caso. —Siempre los "prudentes" han llamado locuras a las obras de Dios.

—¡Adelante, audacia!